No es consciente de lo que le voy a echar de menos. Seis años pueden parecer pocos, pero los suficientes para conocer y entenderte con una persona que vive a kilómetros de ti, que se le sale el corazón que tiene en el pecho y que lo único que te une a ella es la pasión por los toros y un humilde portal web identificado por su independencia y la gran cantidad de contenidos propios que genera: uno desde su fundación, como madre de porelpitonderecho.com desde el año 2012, y el otro desde aquel febrero del 17 en que se le abrieron las puertas de su segunda casa de par en par para siempre.

 

Desde ese momento entendí que Leo Cortijo me había regalado dos alas gigantes para volar en total libertad dentro de la prensa escrita especializada, a diferencia de algún que otro medio años antes que no merece mención. Hace unos días me llamaba suspirando para contarme dos cosas: la primera, que acababa de ser nombrado nuevo director de la Tribuna de Cuenca (además de contar ya con la presidencia de la Asociación de la Prensa de Cuenca) y dos, que era el momento de dejar el portal y cederme el paso, si así lo quería, como su nuevo director.

 

Por amor a esa casa que me dio el techo que necesitaba en su día, le dije que sí, y desde este momento asumo la dirección de POR EL PITÓN DERECHO con el orgullo y la responsabilidad que merece seguir cuidando del "niño" que dio vida el gran Leo Cortijo hace 11 años y que hoy llega a mis manos, gracias a su generosidad y el cariño fraternal que me ha brindado desde el día que me encontré a Soraya Sanz en ese andén y me dio su número.

 

GRACIAS mil y un millón de veces, Leo. Has sido el maestro de esta orquesta durante todo este tiempo por donde han pasado grandes y jóvenes críticos, por haber sostenido desde la humildad el peso del portal y su crecimiento año a año, pero si algo ha de quedar claro es que siempre seguirás siendo el faro que guíe este camino que no termina hoy con tu hasta pronto, sino que continúa con la misma energía e independencia para informar y opinar de toros con la que diste vida al Pitón hace once años.

 

¡Seguimos!