La segunda semifinal del Certamen Kilómetro Cero estuvo nuevamente marcada por los mismos puntos que la del día anterior: la duración excesiva de las faenas y el fallo a espadas fueron protagonistas en un Palacio de Vistalegre de Madrid que pudo por fin ver cómo se cortaba el primer trofeo del certamen de manos de Julio Méndez. El de Badajoz firmó, junto con Pedro Rufo, las cotas más puras y entregadas de toreo con dos conceptos más que interesantes y de futuro, ante los novillos de Ginés Bartolomé y Hnas. Ortega.

Tras ser finalista en diversos bolsines de la provincia charra aterrizó Jesús Yglesias en el coso madrileño con toda una declaración de intenciones yéndose a porta gayola. El alumno de la escuela salmantina mostró facilidad con la capa en el saludo a la verónica y en el quite por gaoneras ante «Taconero - 55» de Hnas. Ortega. Con las telas inició de hinojos en el tercio toreando en redondo con soltura ante un novillo noble y calidad, sobre todo por el pitón izquierdo. El joven basó el trasteo al natural por donde logró extraer naturales templados y profundos, aunque carentes de ajuste, aprovechando la inercia del burel. La faena cogió temperatura a medida que avanzó y buscó con unas manoletinas de rodillas finales terminar de convencer al respetable. Pinchazo, estocada contraria y vuelta al ruedo tras petición.

El novillero de la Escuela de Badajoz, Julio Méndez, llegó a Vistalegre como destacado de la final del bolsín del Carnaval de Ciudad Rodrigo hace tan solo dos semanas, en la que también sufrió una cornada en el Triángulo de Scarpa. Con personalidad y cadencia paró por verónicas a «Frutero - 60», un novillo con mayor presencia. En los medios de rodillas comenzó con disposición una faena con la que pudo demostrar el ilusionante concepto que emana de sus muñecas. Ante un animal de Ginés Bartolomé con fijeza, codicia y calidad se mostró firme y asentado, componiendo una figura erguida con la que dibujó tandas por ambas manos llevando cosida la embestida con relajo y poder. En las postrimerías sufrió un percance sin consecuencias del que volvió con actitud para firmar una tanda de derechazos con verdad. Enterró un estoque delantero y caído que le otorgó el primer trofeo del certamen.

Sergio Rollón se presentó en la tarde meciendo los brazos con facilidad a la verónica ante «Panero - 57» de Ginés Bartolomé. Las novilladas del Camino Hacia Las Ventas y su paso por el coso de la calle Alcalá como segundo clasificado ya dieron a conocer el año pasado al novillero de Burgohondo. Inició el abulense con la franela tanteando la incierta condición de un eral soso y justo de fuerzas. Sin exigirle ni apretarle planteó un trasteo con disposición, pero carente de transmisión, en el que no logró acoplarse a la descompuesta embestida de su oponente. Finalizó por manoletinas con el compás abierto para después atascarse con los aceros.

De la Guadalajara mexicana a la hispana viajó Jairo López el año pasado para cumplir su sueño de intentar llegar a ser torero. Con actitud comenzó con el capote yéndose a la puerta de toriles seguido de varias largas cambiadas para recibir a «Asistente - 18» de Hnas. Ortega. El mexicano fue el primer novillero del certamen en coger los palos y protagonizó un tercio de banderillas variado con el que logró despertar la atención del público. Una vez con las telas tuvo que cuidar y sujetar mucho a un astado con las fuerzas justas y de embestida deslucida. Se mostró con actitud e inteligencia con los tiempos y las alturas a pesar de las circunstancias que le dificultaron el lucimiento. Culminó su labor por bernardinas ajustadas y una estocada defectuosa.

Suelto y con dificultades para pararlo salió el quinto astado de la tarde de nombre «Artesano - 15». Tras alzarse como triunfador del II Certamen de Invierno del Batán y presentarse en Valdemorillo, llegó el venezolano Rafael de la Cueva a la arena madrileña. Comenzó por ayudados por alto ante un animal de Hnas. Ortega de embestidas descompuestas y sin celo. Buscó darle estructura a las tandas y ligar muletazos con disposición, pero no consiguió acoplarse ni conectar con los tendidos. Ante la falta de emoción decidió meterse en los terrenos del eral por circulares sufriendo varios percances y alargando en exceso un trasteo sin historia. Estocada caída.

Vestido con un azul celeste y oro impoluto apareció Pedro Rufo en Vistalegre para debutar de luces bajo la atenta mirada de los aficionados presentes. No le pesó el apellido al pequeño de los Rufo (hermano del matador de toros Tomás Rufo) que se estiró con personalidad, suavidad y cadencia a la verónica ante «Clavellino - 65». El astado de Ginés Bartolomé resultó pronto y encastado en las telas del de Pepino que comenzó con suavidad una completa faena por ambos pitones que permitió a todos los presentes disfrutar del clásico concepto que atesora. Al natural logró alcanzar las cotas más puras y entregas llevándolo toreado con los vuelos y rematando los muletazos con profundidad. Se atisba un interesante futuro en el joven novillero que emborronó todo lo realizado con su mal uso de la espada.

Ficha del festejo:

Palacio Vistalegre de Madrid. 1/3 de entrada. Reses de Hermanas Ortega (1º, 4º y 5º) y Ginés Bartolomé (2º, 3º y 6º): bien presentados y de juego dispar entre los que destacaron el primero, segundo y sexto por su calidad, fijeza y recorrido.

Jesús Yglesias (ET. Salamanca): Vuelta al ruedo tras petición.

Julio Méndez (ET. Badajoz): Oreja tras aviso.

Sergio Rollón (ET. El Juli): Ovación tras aviso.

Jairo López (ET. Anchuelo): Vuelta al ruedo tras aviso.

Rafael de la Cueva (ET. José Cubero “Yiyo”): Ovación tras aviso.

Pedro Rufo (E.T. Toledo): Vuelta al ruedo.