Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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La raza de Adame y la izquierda callada de Téllez
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La raza de Adame y la izquierda callada de Téllez
La raza de Adame y la izquierda callada de Téllez
Crónica Madrid | 4ª de la Feria de San Isidro

La raza de Adame y la izquierda callada de Téllez

Darío Juárez

La idea de ir pensando en pedir un Telepi cuando el usía enseñaba el pañuelo verde para devolver al 1° bis, no era nada descabellada. Me sentí melancólico acordándome del primer San Isidro al que me trajo mi padre para que viera nueve toros de Dolores Aguirre en una delantera del 5. Finalmente vimos ocho, que no está mal para lo poco que ofertó de verdad el manso encierro de Arauz de Robles, en el que destacó la entrega enrazada de un Joselito Adame al que Madrid llevaba mucho tiempo sin ver de esa manera, y la mano izquierda de Ángel Tellez frente a la raspa que hizo 3°. Pepe Moral no estuvo afortunado con su lote, más allá de lo poco que supo desdibujar con él. 2018 queda ya muy lejos...

Sobraba cemento en el sol en el posiblemente cartel más flojo, sobre el papel, de toda la feria. El reciente fallecimiento del ganadero en el mes de enero hacía que la plaza guardase un minuto de silencio en su memoria, como de luto luciría la divisa a la salida de cada uno de sus toros. Mansos, éstos, muy vareados algunos y justos para esta plaza, pero de gran interés 3° y 5°, además del 1° tris de Chamaco con el que Joselito Adame se reencontraba con Madrid cuatro años después.

Un toro que sustituía a un hermano del mismo hierro por la invalidez en una de sus manos, que a su vez sustituía al titular por lo mismo pero en la pata izquierda. Más templado de embestida que sus dos predecesores se mostró el de Chamaco, al que el mexicano lo estrujó por el derecho, llevándolo largo y ofreciéndole al toro siempre la femoral. Series cortas que remataban los de pecho o aquel torero cambio de mano. Sin inicios previos. No encontró el acople ni el mando por el izquierdo. Pero volvió al derecho a entregarse a Madrid y a ese toro que acabaría pinchando, recogiendo una ovación de reconocimiento.

Ni picado ni bien picado llegaría ese manso encastado 4° a la muleta del matador azteca para llevárselo por delante en un intento equivocado de estatuarios. Feísima sería la caída con la columna doblada en dos a la altura del cuello. Visiblemente mareado volvió a la cara del toro a torear de frente y de verdad. Dando distancias al de Araúz para lucirlo y traerlo empapado en la muleta para alargar el muletazo en dos series cortas por el derecho. El toro transmitía y Joselito no le perdió la cara ni le quitó la pierna de salida en ningún momento. De nuevo, como con el 1° tris de Chamaco, muy desordenada se daría la única serie por el izquierdo. El toro también decía menos, como de más dijeron ciertas voces, a mi juicio inapropiadas en la tarde de hoy, cuando tenían delante a un torero al que Madrid llevaba tiempo sin ver de esa manera. Por muy Adame que se apellide. No cuajó a ninguno al completo, pero la entrega y el corazón que le puso a su tarde fue innegable. De nuevo, la espada fallaba en su contra. Después de la vuelta al ruedo, abandonaba la plaza camino de La Fraternidad tras el primer estudio que le practicaron en la enfermería de la plaza.

La otra buena nueva de la tarde de los 13.000 y pico sentados fue la mano izquierda de 23 quilates de Ángel Téllez. 23 como sus años. Porque Ángel nació torero, le vino dado. Por eso no sorprende la obra que esculpió frente al lavadito 3° por el pitón izquierdo en los terrenos del manso. La idea era buena cuando le ofreció el paño de largo desde los medios, pero el toro se abría en demasía y convenía cerrarlo en las rayas. Allí fue dónde se entregó el de Araúz a la muleta de un Téllez borracho de torería, encajado de riñones y colmado de ese mimo quebrado al natural que terminaba en el rompeolas de su cadera. Hubo tres dormidos, callados, para empapelar el retablo de la Almudena con ellos. Y la trincherilla aquella para rezar el Rosario ahora por mayo. La locura se hacía presente; la esencia del bien torear volvía a enterrar vulgarismos costumbristas de largas y malas faenas. De nuevo, como al mexicano, la tizona le jugó una mala pasada. Pero esta noche Ángel Téllez puede dormir tranquilo después de dormir a Madrid con los somníferos del buen toreo. Con menos entendimiento y confianza se mostraría con un sexto mansurrón que no se quiso entregar en ningún momento.

Mala tarde y suerte la de Pepe Moral en el día de hoy, después de sortear un 2° que se le rajó en el segundo muletazo y con el que llegó a escuchar dos avisos. Y un 5° reservón, con el que se vio en la obligación de decir más yéndose a esperarlo de rodillas en los medios, por cómo se les había puesto de cara la tarde a sus compañeros, pero en ese intento se quedó. Muy lejos queda el Pepe Moral de 2018. Ojalá vuelva pronto.

 

  • Monumental de Las Ventas. 10ª de la Feria de San Isidro. Algo más de media entrada. Se lidiaron cinco toros de Araúz de Robles y uno de Chamaco (1° tris)mal por desiguales en su presentación. Indignos para Madrid 2° y 3°. Mansos, fríos en varas, descastados. Destacó el manso encastado 4°.
  • Joselito Adame (turquesa y oro): ovación con saludos y vuelta al ruedo con división de opiniones.
  • Pepe Moral (verde hoja y oro): silenció tras dos avisos y silencio.
  • Ángel Téllez (blanco y plata): vuelta el ruedo tras leve petición y saludos.
  • Se desmonteró Fernando Sánchez y Tomás López tras los arriesgados pares del 4. El de Fernando, espectacular.
PARTE MÉDICO JOSELITO ADAME. Contusión cervico-dorsal con erosiones múltiples en cuero cabelludo. Pendiente de estudio radiológico. Pasa al Hospital Fraternidad Muprespa-Habana.  Pronóstico reservado. 
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