En una nueva apuesta por el futuro de la fiesta comenzó la segunda edición del Certamen Kilómetro Cero de la Fundación Toro de Lidia en el Palacio de Vistalegre de Madrid. La primera semifinal estuvo marcada por su excesiva duración (más de dos horas de festejo), una tónica ya habitual en las novilladas sin caballos y que es necesario controlar. Los seis novilleros elaboraron largas faenas en las que todos se atascaron con los aceros y vieron como el presidente les sacaba mínimo un pañuelo blanco más allá de los diez minutos. Álvaro Serrano, Javier Cuartero y Simón Andreu dibujaron los pasajes más destacados aprovechando una variada novillada de El Retamar y Cerro Longo que comenzó con un emotivo minuto de silencio en memoria de las víctimas del incendio de Valencia.

Se abrió con gusto a la verónica Álvaro Serrano para recibir a «Sanlucas - 34» de El Retamar, primer novillo en saltar al coso madrileño que acabó sacando calidad en los trastos del madrileño. Comenzó por bajo con temple para después continuar ligando tandas por el pitón derecho dejándole la muleta puesta y aprovechando la embestida del eral. Estuvo dispuesto y cómodo el de Navas del Rey estructurando una faena por ambos pitones en la que aunque faltó ajuste, demostró que va sobrado de capacidad para enfrentarse a retos mayores. Finalizó por manoletinas una labor que no culminó con los aceros dando una vuelta al ruedo tras una petición de oreja no concedida.

Con facilidad saludó Pepe Burdiel a «Dormidito - 57», segundo de El Retamar que dificultó por su falta de fijeza el lucimiento con la capa del sevillano. Su inicio por doblones y la templanza en los andares permitieron vislumbrar el concepto clásico que quiere transmitir. En redondo con la mano derecha logró extraerle tandas prácticamente circulares, girando sobre sí mismo y personales ante un noble burel. Se notó su falta de bagaje a medida que avanzó el trasteo sin lograr mejorar el ajuste de la faena, pero demostró con algún detalle que lleva algo dentro interesante. Enterró el acero tendido y se atascó con el verduguillo.

Con mayor temple en sus embestidas saltó a la arena madrileña «Princesito - 52» de la ganadería de Cerro Longo al que paró sin éxito Simón Andreu. Brindó de manera sentida a sus paisanos valencianos para después comenzar un trasteo en el que en todo momento tuvo que cuidar de un novillo escaso de fuerzas. La buena colocación y composición de la figura marcaron una faena en la que dejó detalles y muletazos llenos de gusto y personalidad alternando ambas manos y mostrando un poso, temple y soltura de quien tiene algo diferente y especial. Acarició las embestidas por ambos pitones con facilidad a pesar de la condición de su oponente y solo el fallo con las espadas le impidió tocar pelo.

Criado en Murcia, pero de procedencia belga, Andreo Sánchez se dirigió firme y dispuesto a la puerta de toriles para recibir con relativa facilidad a «Artista - 58» de Cerro Longo. De hinojos en los medios comenzó con arrojo un trasteo marcado por una aparente falta de oficio y técnica que intentó suplir con una mayor disposición y ganas. Sufrió varios sustos a medida que avanzaba la faena ante un novillo sin transmisión con el que no llegaron al entendimiento. Finalizó metido en los terrenos del novillo por luquesinas, atropellando la razón en una faena larga de valor. No acertó con los aceros.

Suelto y distraído de salida no permitió el lucimiento a Javier Cuartero el quinto novillo de la tarde de nombre «Tabaquero - 11» de Cerro Longo. El alicantino se emocionó en el brindis a su abuela en una faena que inició con mucha suavidad por alto. Dejándole la muleta puesta aprovechó la movilidad, humillación y recorrido del eral para hilar tandas con mucha profundidad y ligazón, aunque carentes de ajuste. Con la cabeza despejada y las ideas muy claras, la faena creció cuando apretó al eral, alcanzando las cotas mayor entrega y conexión con los tendidos en las tandas finales pegado a tablas imprimiendo un mayor poder y oficio. El fallo con el descabello enfrió todo otorgando una merecida ovación para el novillo y vuelta al ruedo por su cuenta.

Dos largas cambiadas desde el tercio fueron la carta de presentación de Miguel Delgado para saludar a «Coronel - 47», sexto y último novillo de la tarde. Con los palos se desmonteró Jesus Robledo “Tito” tras cuajar un buen tercio de banderillas. De rodillas en los medios comenzó el venezolano toreando en redondo ante un astado de El Retamar con movilidad y repetición que necesitaba delante una muleta con poder, mando y temple que no encontró. No consiguió asentarse con su oponente, mostrando su falta de oficio y técnica en una faena algo desestructurada. La espada volvió a ser una odisea llegando a escuchar los tres avisos.

Ficha del festejo:

Palacio Vistalegre de Madrid. 1/3 de entrada. Reses de El Retamar (1º, 2º y 6º) y Cerro Longo (3º, 4º y 5º): bien presentados, de variado juego y en líneas generales de muchas opciones.

Álvaro Serrano (ET. de Navas del Rey): Vuelta al ruedo tras aviso.

Pepe Burdiel (ET. José Cubero “Yiyo”): Ovación tras aviso.

Simón Andreu (ET. Valencia): Ovación tras aviso.

Andreo Sánchez (ET. Valdemorillo): Ovación tras aviso.

Javier Cuartero (ET. Alicante): Vuelta al ruedo tras aviso.

Miguel Delgado (E.T. Miguel Cancela de Colmenar Viejo): Saludos tras tres avisos.