Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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'Matías se niega a convertir Vista Alegre en la Tómbola Antojitos'
Foto: BMF
Corridas generales de Bilbao

'Matías se niega a convertir Vista Alegre en la Tómbola Antojitos'

Darío Juárez

Llegaba Roca Rey a Bilbao a maquillar el pobre estado de sus tendidos, en otra corrida indigna para esta plaza por su falta de seriedad y trapío. De nuevo, más que sospechosamente manipulada de pitones, y carente de raza y entrega, salió en este caso el sexteto del hierro madrileño de Victoriano del Río. Encorajinado y contrariado por la no concesión del segundo trofeo del 6º desde el palco debido a la estocada caída que le recetó -pese al puñetazo-, el peruano abandonaba la plaza a pie junto a su cuadrilla, a la espera del cartel de mañana donde repetirá cita en Vista Alegre junto a Ponce y Aguado con los danieles albaceteños.

Y sí, Matías se mantuvo en su sitio, serio y sin un ápice de dudas para no darle la segunda oreja al matador limeño, pero ojalá siguiera el mismo patrón cada mañana de apartado y sorteo negándose a aprobar la vergüenza que ha salido hasta ahora por los toriles de Vista Alegre cada tarde, a excepción del encierro de Fuente Ymbro.

La cuarta del abono bilbaíno se diluía entre el bostezo y la resignación de que este es el espectáculo impuesto por las figuras en las plazas de primera: toros por debajo de la categoría y la seriedad de Bilbao, aborregados, blandos y sin ningún ánimo de tirar para adelante con reconocida entrega. Pero entonces salió el 6º y Roca salió a morder, a levantar Vista Alegre a su manera. Sin picar y habiendo invitado a destocarse a Viruta tras los palos, el peruano se fue a los medios para echarse de rodillas y esperarlo con dos cambiados y uno de pecho larguísimo de altos vuelos que ahí quedó. El de Victoriano se venía y Roca lo aprovechó limpiando cada envite con ligazón, en cercanías y aprovechando ese ritmo del torete de la Y en línea, luciendo al toro por ambas pitones, apostando en el embroque, pero sin despedirlo detrás. Lo mejor, los de pecho echándose por delante siempre al animal. Pero ese es otro estilo que no va con Andrés y, como el victoriano se estaba afligiendo, decidió que ya era hora de pegarse el arrimón entre los pitones, con los redondos invertidos, antes de irse a por una espada que dejaría caída de un puñetazo. Motivo por el cual Matías no atendió a la fuerte petición que desde el tendido se solicitó.

Tragó saliva el peruano con el geniudo y exigente 3º con el que abrió la faena agarrado a tablas para pasarlo por alto, antes de los dos desdenes con los que cerró dicho prólogo. Desarmado hasta en dos ocasiones, el limeño no lograría apretarlo de verdad hasta la cuarta tanda. Dejó media estocada agarrada y, en la rueda de peones, el animal cogió en vilo a Antonio Manuel Punta, sin agravio de cornada aparente, rasgando la banda de su taleguilla de arriba a abajo.

Eran las 18:01 cuando Manzanares hacía acto de presencia en el patio de cuadrillas, siendo el director de lidia. Debe de ser que se quedó sin pitis y el estanco no abría hasta las 17:30. Una orejita de pueblo se llevaría para Alicante del 1º, sin picar como casi toda la corrida, después de un cuarto de faena sobando al toro sin exigirlo por abajo, acompañando y nunca toreando, hasta que el animalito se aburrió de lo que le estaban haciendo. La estocada trajo la petición que Matías tuvo que atender porque la primera, como saben, es del soberano que pasa por taquilla.

Con el 4º, de mejor ritmo que su compañero de lote, tan sólo se entretuvo en pintarle cambios de mano, bonitos y de mucho empaque, posteriores a los latigazos con los que empezaba cada tanda. Por el izquierdo, ni lo vio ni quiso verlo.

Pinturero, por decir algo, anduvo Talavante ante una borrega sin vida, sin raza ni aliento como fue ese segundo con trapío de vaca vieja. Cómo sería aquello, que el único temor para el matador fue que se pudiera echar. Vaya crimen... Abreviaría ante un 5º sin raza, aplomado y apagado, que se negó a embestir. Pese a ello, a Talavante ya no se le pasa por la cabeza montarse encima de ningún toro, aunque no le valga, ya que no hacerlo es lo que a este Talavante hoy le vale -valga la redundancia- para cubrir el expediente con su yo contemplativo.

Ficha del festejo:

Plaza de toros de Vista Alegre. 4ª de las Corridas Generales. 3/4 de entrada. Se lidiaron 6 toros de Victoriano del Río, vergonzosamente mal presentados, sospechosamente arreglados de pitones y desiguales; descastados y sin raza, destacó el ritmo efímero del 6º.

Manzanares, de nazareno y oro: oreja y ovación con saludos.

Talavante, de negro y plata: silencio en ambos.

Roca Rey, de grana y oro: silencio tras aviso y oreja con petición de la segunda.

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