Lo tienen meridianamente claro: no dejar títere con cabeza.
Los toros son la cabeza de turco perfecta de cara a sus votantes.
Prohibiéndola directamente o matándola de inanición.
Pero así de triste es, la clase política va contra los toros.
Los que deberían defenderla, no lo hacen al 100%
Y los que la quieren atacar, tiene ahora alfombra roja para ello.
Ciudad Real o Toledo han sido las últimas, pero otras tantas antes.
Poniéndonos inconvenientes, nos atacan despiadadamente.
Han puesto precio a nuestra cabeza y la quieren conseguir.
Lo acabarán logrando porque enfrente no obtienen respuesta.