Hoy es domingo, el día del Señor, el primero de feria, el día en que el Madrid definitivamente perdió la Liga o la ganó el Barça, el mismo día que el Cachorro partió hacia Roma y el que coincidía con la resaca de la gran tarde que dio ayer Víctor Hernández en este ruedo.

También fue el día elegido por Florito para limpiar los corrales echando dos sobreros de Chamaco que se sabían hasta la clave del WiFi de la plaza. Como los dos de ayer. El resto lo puso el petardo ganadero de Gallardo, estrepitosamente mal picado, al que no tapó la dulzura y la clase muletera de ese 4º que tiró a Perera tobogán abajo. El extremeño había subido las escaleras con el voltaje al alza cuando se fue a los medios a echarse de hinojos para esperar a Amargado, soltarle dos cambiados por la espalda, la trincherilla, el molinete y los de pecho. El son y el aire que traía el tranco era almíbar que se le salía a Miguel Ángel por las comisuras, dándole distancia para lucirlo. Y ahí fue cuando llegó la serie más templada y ligada, pero no redonda, de toda la faena, sin dejar que le rozara el engaño, haciendo ir al toro a más por la profundidad y largura de muletazo, pero siempre retrasando la pierna de salida. De pronto, una voz: "¡Ponte por el pitón izquierdo, Miguel Ángel, por favor!" Y el extremeño obedeció, aunque bien sabe él que no quería. Primero porque el viento le iba a molestar sin la ayuda montada y, segundo, porque la calidad del toro le iba a desbordar y por lo que fuera no era el día de tirar monedas al aire. Tobogán abajo se fue la faena con su matador, que sin redondear y mucho menos cuajar nada, cerró por bernadinas antes de pinchar a ese Amargado de Fuente Ymbro, que se llevó puestas las dos orejas al desolladero.

Con el 1º bis corraleado y manso de Chamaco hizo un esfuerzo técnico, pero se volvió a pasar de faena hasta llegar a escuchar dos avisos.

Ginés Marín dio la única vuelta al ruedo, como premio mayor de la tarde, tras una faena de oficio, valor y seguridad en el trasteo frente a un mansurrón peligroso que disparaba con venda, al que mató de una gran estocada. Con el 3º se encaprichó en poderlo, ligándolo por ligar, y lo único que hacía era quedarse fuera de la suerte.

Primero de los tres compromisos en la feria para Ureña y primer tropiezo. Si la faena al 2º se fue apagando por el poco fondo del toro y el escueto querer del torero por plantearle otro tipo de faena más reunida y para él, la del otro sobrero de Chamaco que hizo 5º bis fue para olvidar. Corraleado, orientado y soltando la cara cuando embestía con todo por un delirio de cercados, supongo. Paco intentó justificarse al final metiéndose entre los pitones.

Ficha del festejo:

Monumental de Las Ventas. 3ª de la Feria de San Isidro. Lleno. Se lidiaron 4 toros de Fuente Ymbro, y 2 de Chamaco (1º bis y 5º bis); justa de presentación, salvada por las caras en muchos casos.

Perera, de verde manzana y oro (silencio tras aviso y ovación con saludos tras aviso)

Paco Ureña, de Rioja y oro (silencio en ambos)

Ginés Marín, de grana y oro (silencio y vuelta al ruedo)