Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Saldo, mansedumbre y mucha paciencia jobiana
CRÓNICA MADRID | 15ª de la Feria de San Isidro

Saldo, mansedumbre y mucha paciencia jobiana

Darío Juárez | Madrid

Qué suerte tiene la empresa de Madrid de que todavía no se haya formado un altercado de orden público en la plaza. A Simón siempre le he visto como un personaje tétrico del taurineo, a partir de su verborrea infinita con la que oposita en cada discurso a chufla del año, pero nunca hasta el punto de violar la idiosincrasia de la Monumental de Las Ventas sin careta y a calzón quitao como él y sus socios están demostrando en esta feria. Los mismos que se desgañitan tildando de reventadores a quienes no comulgan con lo que pasa en el ruedo o con la insolente vergüenza que tarde a tarde se aprueba y sale por la manga de la que debería ser y no es la primera plaza del mundo. El saldo ganadero de hoy no sería menos. Demasiada paciencia jobiana.

Se caía el cielo de Madrid con el tremendo aguacero que chorreó la Monumental media hora después de que fuese retirada la lona de una pieza que estrenaba Plaza 1 por exigencia del pliego, expuesta sobre el ruedo durante toda la noche de ayer y la mañana de hoy. Llegaban pronto los toreros para decidir si echar o no para adelante la tarde ante la amenaza de la lluvia. La decisión fue firme y los tres coletas saltaron al ruedo para trazar el paseillo, pero en cuanto sonó el clarín que anunciaba la salida del 1°, volvió a derrumbarse el firmamento. Ese 1° era la primera raspa larga e indigna de Cuvillo para Madrid que sorteó Perera, desrazada, sin emplearse y habiéndose derrumbado debajo del estribo en las dos entradas. Faena sin contenido de Perera bajo el caprichoso chaparrón que azotaba el platillo de la Monumental. 

Miguel Ángel era 'el hombre lluvia' de la tarde. Pues tras sostenerse el cielo en las lidias de 2° y 3°, volvía el aguacero sobre Las Ventas. Le faltó tiempo al extremeño para tomar el olivo cuando el 4° se le vino por dentro en el primer capotazo por el pitón derecho obligándole a saltar las tablas, con el terrorífico recuerdo de la cornada que un toro de Garcigrande le infirió en el año 2015 en Salamanca arrojándolo al callejón. Se agarró bien Alonso Sánchez con el manso en el segundo puyazo, antes de que Ambel nitidizara algo más al toro en los ojos de su matador con el mimo de su capote, y de que Curro Javier volviera a taladrar su trono una vez más en esta plaza con los palos. Fue frente a la enfermería, donde quiso el manso, el lugar elegido para que Perera lo estrujara por abajo sacando la clase de ese toro que se rajaba a partir del tercero. Faena larga made in Perera mostrando la profundidad del toro, en la que a punto estuvo de escuchar tres avisos por encasquillarse con la espada. 

Mandó el sol al cuerno a lo de Noé y su arca, y se abrió para que Madrid le volviera a cantar a Talavante el recibo a pies juntos a la verónica frente a la Puerta Grande. Le estaban esperando y así se lo hicieron saber cuándo aquello echó a arder después del inicio por estatuarios, el cambiado sin ayuda y los dos muletazos rotos por bajo por cada pitón. El noblote descastado de Cuvillo dio para lo que dio y Alejandro lo aprovechó en corto y en ligazón por el derecho, hasta que se apagó cuando se la echó a la zurda y los ecos del jaleo hacia el extremeño, en el primer toro después de los tres avisos de octubre, se fueron aminorando. Pinchó dos veces y el toro se echó.   

No mejoró la condición del 2° Cuvillo el 5° de Victoriano, desfondado y muy a menos en la muleta de un Talavante con otra frescura de ideas y mucho más despejado, destacando el mando y la gracia con la que obró en las distancias cortas por el pitón izquierdo. Volvió a errar con el acero.

Con mucho descaro salió de najas el colorado 3° de los dos puyazos. Un animal que marcó la querencia hacia chiqueros con celeridad. Le costaba un mundo atravesar la muleta de Ginés Marín para pasar por los doblones de inicio, pero el toro, muy remiso a embestir, todo lo hacía probando mucho, gazapeando y desluciendo así un trasteo aseado que no llegó a más. Y con el mansazo 6° se empeñó en justificarse, como así lo hizo, pero la bravura seguía de vacaciones. 

 

* Ficha del festejo: 

Monumental de Las Ventas. 15ª de abono de la Feria de San Isidro. Lleno de 'no hay billetes'. Se lidiaron 3 toros de Victoriano del Río (4º, 5º y 6º), 1 de Toros de Cortés (3º) y 2 de Núñez del Cuvillo (1º y 2º), vergonzosa y desigualmente presentada, con hasta cuatro toros de saldo; mansos, huidizos y sin raza. 

Miguel Ángel Perera, de caldero y oro. Sielncio y silencio tras dos avisos. 

Talavante, de blanco y oro. Silencio en ambos. 

Ginés Marín, de caldero y oro. Silencio en ambos. 

* Se desmonteró la cuadrilla de a pie al completo de Miguel Ángel Perera tras la lidia y los pares del 4°. 

 

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