Me viene a la mente lo escrito por Guillermo Sureda, donde se pregunta: ¿es segura la "normalidad" psicológica del hombre que decide ser torero, es decir, del hombre que decide hacer de su vida un espectáculo poniendo en juego cada tarde (en una plaza) frente a la media luna de las astas?

Y esa vocación de ser torero es, de pronto, una locura. Una locura por cuanto significa poner la vida en constante peligro, y una locura por cuanto quien la siente, siente que se está volviendo loco por ser torero. La vocación de torero es como una llama poderosa, que ya nunca los deja estar quietos.

Hoy esa bendita locura de ser alguien en el toreo, ese hambre de llegar a figura, de morirse con una forma de hacer e interpretar el toreo clásico, el toreo-verdad, ha llevado a Héctor Gutierrez a una cornada grande que le ha lesionado la femoral. Ese toreo que te impide mover las zapatillas, sin jamás aliviarse, rozando la barriga; ese toreo que muy pocos hoy día se atreven a realizar; es el que realiza una tarde sí y la otra también el nacido en Aguascalientes. Lo ha castigado el toro "Heroico" de Villa Carmela, que después de un ajustado quite por gaoneras dio el primer aviso, el segundo fue en una tanda anterior a la cornada. Héctor ni se inmutó, pero a la tercera fue la vencida; le apuntó, el torero no se movió un milímetro, quiso aguantar y vino la cornada. Un derrote seco, prácticamente el pitón entró en su totalidad. El chorro de sangre era escalofriante, bien hizo El Payo en obligarlo a ir a la enfermería. Alejandro Talavante salió a matar al de Eduardo Arena Barroso.

Buena entrada en La México, media plaza para ver a Alejandro Talavante, Octavio García "El Payo" y Héctor Gutierrez, con toros de Villa Carmela, divisa negro, gualda y grana.

Alejandro Talavante con "Independiente" ha cortado la única oreja del festejo. Oreja inmerecida, el toro era débil y Talavante se dedicó a dar medios pases con medias embestidas. Poses, nada de toreo. Mató de una entera desprendida. Con su segundo, "Mexicano", inició con dos faroles de pie, el resto, al igual que en su primero, poses, y más poses. Mató después de 2 pinchazos y un entera.

El Payo tanto con sus dos toros (Libertador y Victorioso), como con el sexto que correspondía a Héctor (Hidalgo), porfió sin ningún resultado. Poco que rescatar, algunos detalles sueltos.

Lo de Villa Carmela ha sido penoso, corrida débil, en el caballo ninguno demostró nada. El segundo fue impresentable. El quinto cayó 4 veces, un inválido. De la bravura y de la casta, mejor ni hablamos.

La empresa sigue sin entender que tiene que buscar un espectáculo digno, y ese sólo se dará cuando salga el toro bravo y encastado. ¿Por qué siguen sin mostrar los toros que se lidiarán?

Habiendo tantas ganaderías en México, ¿por qué siempre son las mismas? Es un círculo cada día más viciado. Pero también hay que decirlo, es porqué el resto de los ganaderos no se atreven a levantar la voz y decir: ¡Yo tengo toros!