Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
Volver
'Sevilla y Salamanca, en horas altas, a la conquista de Madrid'
Damián Castaño, Juan Ortega y Pablo Aguado se citan en Madrid:/ PD
Previa Madrid

'Sevilla y Salamanca, en horas altas, a la conquista de Madrid'

Darío Juárez | Madrid

Tres matadores sevillanos aterrizaban este sábado en Las Ventas con la corrida charra de El Pilar que anuncia el penúltimo festejo de la Feria de Otoño 2023. Con una importante lesión por medio, finalmente serán dos y la incursión a última hora, por la vía de la sustitución y la meritocracia, de un matador salmantino al alza.

Daniel Luque llegaba al pasado San Isidro con las mieles sevillanas sobre la proa del barco que no terminó de atracar en el puerto de Alcalá 237, a la espera de poder consumarlo en el octubre de este Otoño si las pruebas médicas confirmaban una fructífera mejoría de la rotura de peroné sufrida en la aciaga tarde de agosto en El Puerto de Santa María. Finalmente no pudo ser, el de Gerena decidió cortar lo que resta de temporada, y su lugar será ocupado esta tarde por el salmantino Damián Castaño, que regresa a la Monumental por Otoño después de la gran tarde que firmó al natural con un toro de Valdellán en el primer desafío ganadero entre este hierro y el de Juan Luis Fraile el pasado día 10, además de la sonora tarde de Bilbao con el encierro de Dolores Aguirre.

El trianero Juan Ortega lleva 365 días sin pisar la plaza de Madrid. Un año exacto en el que ha ido fraguando su pomposa por torera y templada temporada que no deja de pedir poetas pendientes de que pueda ser en este Otoño cuando cierre el círculo de tiza, con el que sería su primer triunfo redondo en el primer feudo mundial del toreo. Madrid lo espera como el agua que cayó del mayo en el que no estuvo presente para ofrecer sus bienaventuranzas a la afición capitalina, dejándola hambrienta de un toreo cada más puro, más despacio y más asentado delante de la cara de los toros. Dice ponerle cariño y disfrutar de la espera que supone preparase una tarde en Las Ventas: “Intento en las tardes importantes como lo es Madrid ponerle mucho cariño, porque si no llego al patio de cuadrillas y corro el riesgo de estar derrotado”, le cuenta a Patricia Navarro en La Razón.

Por su parte, Pablo Aguado volverá a hacer el paseíllo en Madrid tras su discreto paso por San Isidro —a excepción del toreo de capote que trajo aquella media sobre la boca de riego que aún no ha terminado—, después de catedralizar la naturalidad máxima de la sevillanía hecha toreo hace apenas una semana con un toro de Matilla en la Maestranza por San Miguel.

Comparte y comenta esta noticia: